Les cuento que esta reunión que generó el colegio, me golpeó fuerte, egresé en 1966, y después de tantos años, volver a cantar la marcha de la bandera, el himno, marcha del estudiante, fue algo tan emotivo como inimaginable.
El año pasado nos juntamos después de 41 años, gracias a la compañera y profesora Elba Gallenti, quién intercedió ante la sra. Directora, pudimos acceder un sábado al colegio, imaginate sentarnos en el aula, en el mismo lugar, aunque los bancos no fueran los mismos, ¡¡¡QUE MOMENTO!!!.
Recuerdo el último día de clase, a pesar que siempre esperaba ese momento, me apoyé sobre el banco y me puse a llorar, una compañera me dijo en ese momento "vos no querías que terminase", le contesté si, pero también me daba cuenta que estaba dejando un pedazo de mi vida (afectos, logros, penas, diversiones, salidas, competencias, etc.) , que ya no lo volvería recorrer.
En fin estimados, la vida es así, a cada meta que se arriba, un nuevo camino comienza.
Con todo mi afecto
Jorge José Fabiano